Se llama Héctor Speranza, pero saltó a la fama bajo el apodo de Tito, el silencioso y antipático guardaespaldas del magnate de los chocolates Ricardo Fort.
Las bromas de Tinelli, su inalterable mutismo, su cara inexpresiva y su carencia total de sentido del humor, convirtieron su presencia en el estudio de ShowMatch en parte del espectáculo, y su función como guardaespaldas viró en una especie de actor más al servicio de los chistes del conductor Marcelo Tinelli, que en una suerte de sketch, se burlaba de su pétrea postura.
Mientras Tinelli se desvivía por sacarle una palabra, sonrisa o gesto a Tito, el protagonismo del custodio iba en aumento y el de su jefe, Ricardo Fort, se estancaba en las diatribas amorosas de todos los días.
Dicen que eso molestó a Fort, y que por eso, de un día para el otro, dejó a Tito sin trabajo
"El tenía otros trabajos y no podía acompañarme a las funciones de Fortuna", alegó el excéntrico millonario. Pero lanacion.com habló con Héctor para conocer su versión de los hechos.
"El que me quiso llevar de un