Advenediza si las hay, esta Erika Mitdank, que arrancó su ‘carrera artística’ como pseudo-noviecita de Ricardo Fort en el “Bailando” del año pasado.
En este 2011, la piba ha sabido cómo jugar el jueguito de la alta exposición erótica que le permita tener cámara en primer plano. Así se ganó el mote de “Bebota” (que supo acunar Adriana Brodsky en la época de “No toca botón”) y que Mitdank intenta remedar según su propio estilo. Y altamente eficiente su protagónico para mantenerse al tope de las noticias de los chimenteros.
Ella está enamoradísima del dueño de una concesionaria de autos, Matías Di Chiara, que le regaló un anillo Bvlgary (en estos altos niveles el amor se mide en kilates). Y anunció se quiere casar. El muchachito que quiere atrapar tiene 26 años, y al parecer cayó en las redes de Gatúbela (traje con el que posó para Playboy) y le dio el anillito en señal de compromiso.Erika, que ya convive con su novio, tiene una familia armada “con dos perritos” y su pareja.
Pero los vecinos de su lujoso departamento no se la bancan. “Mitdank ya recibió advertencias y hasta se le hizo una denuncia: les pega a los perritos, incluso fuera de su departamento. Además, grita cuando tiene sexo. Y esto no es nuevo”, dijo una vecina a Libre. “No vemos la hora de que se le venza el contrato”.
Érika Mitdank confesó que en
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